martes, 2 de octubre de 2018

Fármacos y EEG.

No hay una correlación exacta entre la respuesta clínica al tratamiento y la evolución del registro electroencefalográfico con el tratamiento antiepiléptico, pudiéndose asociar ambos hechos en cualquier combinación. Con tal motivo, se deben tratar las crisis del paciente, no su registro electroencefalográfico. 

La lentificación difusa o focal y el fenómeno de Landolt pueden significar sobredosificación medicamentosa, no sólo encefalopatía o lentificación postcrítica. 

La carbamacepina induce un aumento de la actividad focal a pesar de la mejoría clínica. Provoca lentificación del trazado electroencefalográfico y aumento de descargas paroxísticas, especialmente patrones generalizados sincrónicos, sin correlación entre estas descargas y la intensidad de las crisis desde el punto de vista clínico. 

El levetiracetam (Keppra) produce lentificación de presentación diversa (incluyendo FIRDA -frontal intermitent rythmic delta activity-), incluso en relación con encefalopatía inducida, que mejora tras la retirada del fármaco. 

Barbitúricos, electroencefalograma: producen actividad beta abundante de predominio anterior. Con niveles tóxicos: disminuye la actividad beta. Suspensión: hiperexcitabilidad cortical, que se puede desenmascarar con fotoestimulación y acompañarse de sacudidas mioclónicas (posible falso positivo con fotoestimulación). Con dosis creciente de barbitúricos se produce progresivamente: beta, lentificación, ondas trifásicas, brotes de supresión, trazado isoeléctrico. Puede provocar actividad epileptiforme en el síndrome de abstinencia, que puede persistir durante 4 semanas tras corregirlo. 

Disulfiram: lentificación, puntas generalizadas. 

Fenitoína: electroencefalograma: lentificación del ritmo alfa a dosis altas, aparición de theta (máximo anterior). Una reaparición de puntas puede preludiar una posible entrada en estatus. En sueño disminución de sigma con posible actividad rítmica extensa a 8-10 Hz o menos. Toxicidad crónica: coreoatetosis, distonía, opistótonos, tics faciales (grimacing), lentificación difusa (electroencefalograma). 

Valproato: lentificación a dosis altas. Suprime la punta-onda generalizada a 3 Hz (etosuximida y clonacepam también). El valproato rara vez se relaciona con encefalopatía, sobre todo en casos de hiperamoniemia o hepatopatía, con lentificación en el electroencefalograma y sin signos de sobredosificación o toxicidad, y con o sin empeoramiento de las crisis (Raspall M et al. Encefalopatía reversible por ácido valproico en un adolescente con epilepsia generalizada idiopática. Rev Neurol 2012; 55: 663-668). 

Gabapentina, tagabina y vigabatrina: pueden asociarse a actividad epileptiforme y empeoramiento de crisis. La gabapentina puede asociarse a encefalopatía. 

Meprobamato, electroencefalograma: lentificación y paroxismos. 

Neurolépticos: no suele haber cambios. Ocasionalmente actividad epileptiforme e incluso estatus (mayor riesgo en caso de intoxicación), lentificación (según observaciones personales: posibilidad de actividad theta continua o intermitente, focal o asimétrica, por ejemplo, frontal en el caso de intoxicación, fenómeno observable también con otros psicofármacos). 

Analgésicos: morfina y opiáceos, pocos efectos en el electroencefalograma salvo en caso de intoxicación. 

Anestésicos: lentificación progresiva. Algunos pueden provocar actividad epileptiforme (eflurano, ketamina). 

Propofol: el propofol (agonista del GABA) o el midazolam se usan con frecuencia para tratar el estatus. No consta que sea preciso llegar al patrón en brotes-supresión para que dicho tratamiento sea eficaz, sino que probablemente sea suficiente con provocar una lentificación de fondo. Puede inducir crisis focales o generalizadas, o motoras sutiles (seizure like phenomena, SLP) durante inducción, mantenimiento, emergencia, o posteriormente. El consenso actual es el de evitar usar propofol en pacientes epilépticos a ser posible. El propofol induce lentificación progresiva en minutos, con brotes intercalados de actividad beta de amplitud variable, como los de los barbitúricos y los husos de sueño generados en tálamo y detectables en corteza vía conexión talamocortical. En cierto porcentaje de casos induce la desaparición de la actividad interictal (San Juan D et al. Propofol and the electroencephalogram. Clinical Neurophysiology 2010; 121: 998-1006). 

Benzodiacepinas: aumento de beta… lentificación… disminución de amplitud… coma alfa, coma huso, brotes-supresión, isoeléctrico. En pacientes con el síndrome de Lennox puede emperorar las crisis tónicas. Actividad epileptiforme en síndrome de abstinencia y respuestas fotomiogénica y fotoparoxística. El clonazepam (rivotril) produce un aumento de las crisis nocturnas. Electroencefalograma: aumento beta, paroxismos frontales de ondas lentas, estatus epiléptico tónico en niños tratados por vía intravenosa por estatus de ausencia. 

Antidepresivos: lentificación. Actividad epileptiforme. 

Anfetaminas: aumento de alfa y beta… disminución de amplitud y de actividad paroxística… lentificación generalizada. 

Litio: lentificación, actividad epileptiforme, ondas trifásicas, actividad periódica a base de ondas delta, ondas trifásicas o ambas (Peñaranda N et al. Patrón electroencefalográfico en encefalopatía farmacológica. Rev Neurol 2012; 55: 314-16). La intoxicación puede relacionarse con encefalopatía tóxica y estatus epiléptico no convulsivo (Kaplan PW, Birbeck G. Lithium induced confusional states: Nonconvulsive status epilepticus or triphasic encephalopathy? Epilepsia 2006; 47: 2071-4). Esta encefalopatía puede plantear el diagnóstico diferencial con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, si aparecen complejos de ondas agudas periódicas (periodic sharp wave complexes, PSWC) (Fernández JL. Creutzfeldt-Jakob-like syndrome secondary to severe lithium intoxication: A detailed follow-up electroencephalographic study. Clin Neurophys 2014; 125: 2315-17). 

Nicotina y cafeína: aumento de actividad beta. 

Marihuana: lentificación. 

Cocaína: actividad rápida y epileptiforme. 

Isoniacida: a dosis altas lentificación y actividad epileptiforme, llegando incluso a estatus (lo mismo puede ocurrir con la penicilina). 

Difenhidramina: a dosis altas, lentificación. 

Teofilina y aminofilina: a dosis altas, lentificación, actividad epileptiforme (PLED -persistent lateralized epileptiform discharge-), estatus. 

Corticoides: a dosis altas, lentificación. 

Disulfiram y alcohol: lentificación y actividad epileptiforme. 

Levodopa: puede provocar encefalopatía, con ondas trifásicas y asterixis.

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