miércoles, 14 de noviembre de 2018

Síndrome de Cushing.

Miopatía cortisólica: sobre todo proximal y extremidades inferiores. En su primera fase, en la que ya hay signos clínicos de miopatía, por alteración del metabolismo muscular, pero probablemente todavía sin degeneración anatómica de fibras musculares, el electromiograma de manera característica suele ser normal. Si la miopatía progresa, y probablemente en correlación con la degeneración de fibras comprobable al microscopio, el electromiograma se hace ya positivo para miopatía, incluyendo signos de destrucción de fibras (actividad patológica en reposo del tipo de las fibrilaciones y ondas positivas), etc. 

Síndrome depresivo, manía, estados confusionales, alucinaciones, ideas delirantes, alteraciones de conciencia. Parte de los pacientes con este síndrome presentan rasgos psicóticos, por lo que el trato clínico requiere una especial seriedad, tacto, paciencia y prudencia (lo mismo se aplica a otros pacientes aquejados con encefalopatía, como los que padecen lupus eritematoso sistémico o esclerosis múltiple, o corticoterapia crónica o reciente, etc.).

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