lunes, 12 de noviembre de 2018

Retina.

Parte visual por detrás de la ora serrata. Papila del nervio óptico a 1,6 milímetros del polo posterior. Macula lutea o polo posterior, 6 milímetros de diámetro, con fovea centralis de 1,5 milímetros, que sólo contiene fotorreceptores; cortada por el eje óptico (el eje geométrico se encuentra entre mácula y papila, encontrándose la papila en el lado nasal y la mácula en el lado temporal). 

Conos: luz intensa, color, agudeza. 

Bastones: luz menos intensa, blanco y negro, poca agudeza y menos aun cuanto más a la periferia. 

En zonas centrales la convergencia de bastones en células bipolares es 10/1, en la periferia, de 100 a 1. 

Las bipolares conectan a los conos y los bastones con las células ganglionares, cuyos axones convergen en la papila para formar el nervio óptico. 

Características de la respuesta de la retina de bastones/conos (condiciones escotópicas/fotópicas): 

1. Agudeza: baja/alta. 

2. Sensibilidad: alta/baja. 

3. Vía: convergente/directa. 

4. Resolución espacial: pobre/buena. 

 5. Resolución temporal: pobre/buena. 

6. Índice de adaptación a la oscuridad: lenta/rápida. 

7. Visión en color: no/sí. 

Vía nerviosa: fotorreceptores… células bipolares (segundo orden)… células ganglionares… cuerpo geniculado lateral… etc. 

En la retina hay 100 millones de bastones y 6 millones de conos. El máximo de bastones está a 20 grados de la fóvea. En la fóvea no hay células ganglionares, que se conectan con los conos en la foveola (con células intermedias) en relación 1:1 (relación que implica la máxima agudeza del sistema, la mayor discriminación visual). La capacidad de los bastones para detectar luz muy tenue se relaciona con su convergencia en células ganglionares. En la foveola sólo hay conos. La macula lutea abarca 16 grados 40 minutos; dentro de la mácula está la fóvea, que abarca 5 grados y contiene 100000 conos; dentro de fóvea está la foveola, que abarca 70 minutos y contiene 25000 conos. El disco óptico abarca 5 grados. 

Retinitis pigmentaria primaria: suele ser autosómica recesiva. La autosómica dominante es más benigna, la ligada al X más grave. Ceguera nocturna y visión en cañón. Fondo de ojo: acúmulos con aspecto de espículas óseas, arterias estrechadas, atrofia de papila, electrorretinograma “plano”. 
Supuestamente el electrorretinograma se caracterizaría por el potencial de bajo voltaje con afectación precoz de bastones (electrorretinograma escotópico; flicker normal), y los conos se afectarían en fases avanzadas. En el electrorretinograma, potencial de bajo voltaje, afectación precoz de bastones (electrorretinograma escotópico; flicker normal), los conos se afectan en fases avanzadas. 
En los casos con retinitis pigmentaria vistos personalmente (enfermedad en la que degeneran los bastones, y por tanto debería explorarse en condiciones escotópicas estrictas, supuestamente) en la práctica, la respuesta en el electrorretinograma está significativamente reducida (más de un 50%) aun en condiciones mesópicas y tras promediación, de modo que en principio hay que considerar como hipótesis de partida que sería suficiente desde un punto de vista clínico, en la práctica, con hacer el registro mesópico. 

Retinopatía con fóvea intacta: lesión de retina con fóvea intacta: electrorretinograma sin respuesta, potenciales evocados visuales con damero dentro de la normalidad. 

Retinopatía diabética: disminución de la amplitud del electrorretinograma, desaparición de potenciales oscilatorios. 

Retinopatía, se observa en los siguientes: acromatopsia congénita; adrenoleucodistrofia; angiomatosis retinocerebelomedular; antipalúdicos (retinitis pigmentaria); candidiasis sistémica; déficit de vitamina E; degeneración macular senil; desprendimiento de retina, con o sin traumatismo ocular; encefalitis herpética (necrosis retiniana; puede ser una secuela tardía, hasta 20 años después, y puede ser ipsilateral o contralateral a la encefalitis -Arruti M. Necrosis retiniana aguda por virus herpes simple tipo 1 a los 3 años de una encefalitis herpética. Rev Neurol 2014; 58: 45-46-); enfermedad de Batten; enfermedad de Hallervorden-Spatz: retinitis y atrofia óptica; enfermedad de Oguchi; esclerosis tuberosa; enfermedad de Bourneville-Pringle; hipertensión arterial; intoxicación con hexacarbonos; melanoma; neurofibromatosis: lesiones retinianas; neuropatía crónica hereditaria con atrofia óptica (tipo 6 de Dick y Lambert); nictalopia congénita; oclusión de la arteria central de la retina; oclusión de la vena central de la retina; retinitis pigmentaria primaria; retinopatía diabética; síndrome birdshot (coriorretinopatía en perdigonada; uveítis posterior bilateral autoinmune, con disminución de agudeza visual, fotofobia y electrorretinograma alterado); síndrome de Aicardi: agenesia de cuerpo calloso, coriorretinitis y epilepsia; síndrome de Alstrom (retinitis pigmentaria); síndrome de Coats; síndrome de Bassen-Kornzweig, o abetalipoproteinemia; síndrome de Cockayne; síndrome de Coats: distrofia muscular facioescapulohumeral, hipoacusia y retinopatía; síndrome de Eales: vasculitis retiniana con hemorragias recurrentes; síndrome de Flynn-Aird; síndrome de Gazit; sndrome de Lawrence-Moon-Bardet-Biedl; síndrome de Leigh; síndrome de Refsum; síndrome de Hallervorden-Spatz; síndrome de Hallgren (retinitis pigmentaria); síndrome HARP (retinitis pigmentaria); síndrome de Kearns-Sayre; síndrome MELAS; síndrome de Senior-Löken; síndrome de Sjögren-Larsson; síndrome de Sturge-Weber-Dimitri; síndrome de Usher (retinitis y sordera neurosensorial); síndrome de Von-Hippel-Lindau (angiomas); síndrome de Wanderburg; síndrome de Zellweger; síndrome o enfermedad de Bassen-Kornzweig; síndrome paraneoplásico en el cáncer microcítico; sorbitol: retinopatía por sorbitol (sorbitol: neuropatía y retinopatía); toxoplasmosis neonatal congénita; incontinencia pigmenti achromicans; encefalomielitis paraneoplásica.

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