viernes, 20 de julio de 2018

Actividad epileptiforme en el EEG.

Puede adoptar diversas formas: punta, onda aguda, punta-onda (típica, atípica y lenta; en las ausencias típicas: punta-onda a 3 Hz; en las ausencias atípicas: punta onda en una frecuencia distinta a 3 Hz), polipunta, polipunta-onda, actividad rápida paroxística (ritmo reclutante). Se puede incluir también a la actividad delta rítmica intermitente, más o menos aguda, de localización temporal o frontal cuando hay correlación con crisis específicamente, por ejemplo, con un estatus parcial.



En la gráfica anterior se puede observar un tren de ondas delta de alto voltaje en región frontal izquierda, coincidiendo con una crisis epiléptica versiva con desviación de la cabeza y la mirada hacia la derecha. T6 en la gráfica corresponde a O2.

La actividad epileptiforme puede ser ictal o interictal, focal, multifocal (puntas multifocales, hipsarritmia), o generalizada (focal o generalizada tanto en epilepsia focal como en epilepsia generalizada), y también puede ser aislada o en trenes, escasa o abundante, ya sea reclutante, subintrante, intermitente, repetitiva, continua, rítmica, seudo o semiperiódica o periódica (periódica se refiere a estereotipada y regular, ya sea en forma lateralizada o PLED –periodic lateralized epileptiform discharge- o en forma generalizada –como en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y la panencefalitis esclerosante subaguda-, o en la forma del patrón brotes-supresión, o en forma de ondas trifásicas). 

Hay patrones ictales inespecíficos como son los diversos brotes de ondas delta, las caídas de amplitud, la actividad alfa, beta, etc. 

En la práctica clínica cotidiana se ha descartado personalmente el uso de la expresión “epileptógeno” en los informes electroencefalográficos en todo caso, en favor de la expresión “epileptiforme”, debido a que la primera resultaba confusa o ambigua en algunos casos, pues sin pretenderlo se daba a entender que servía como indicación para tomar la decisión de iniciar un tratamiento anticomicial en un momento dado, decisión que obviamente debe basarse en el conjunto de un contexto clínico dado, y no solo en el resultado de un electroencefalograma. 

Las ondas agudas con carácter epileptiforme en ocasiones presentan una amplitud tan baja que se las puede considerar “micropotenciales” agudos, y se observan con alguna frecuencia, sobre todo en la epilepsia vascular (también se han observado personalmente en algún caso de encefalopatía connatal, o en algún caso de meningioma frontal), por ejemplo, personalmente se han observado constituyendo la actividad crítica en un paciente con un estatus epiléptico parcial complejo frontal unilateral por un ictus; se han observado también en otros pacientes con epilepsia parcial sintomática tras accidente vascular cerebral isquémico del mismo lado que los potenciales. En ocasiones hay que hacer el diagnóstico diferencial entre estos micropotenciales y el complejo QRS del electrocardiograma que aparece en el electroencefalograma.

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