Onda mayor o igual a 1/12 de segundo (más de 2,5 milímetros a 30 milímetros/segundo), o menor o igual a 1/5 de segundo; en general, mayor de 70 milisegundos.
Su morfología es característica: fase aguda rápida ascendente abrupta desde la línea de base; transición abrupta a fase descendente; fase desdendente que rebasa línea de base; fase de recuperación lenta hasta línea de base (lentamente ascendente) y postpotencial lento (ascendente y descendente); en total, tres fases, una rápida y dos lentas, como se ve en los siguientes ejemplos:
Esta morfología es característica y permite distinguir la onda aguda de otros grafoelementos como las ondas theta agudas (sobre todo en caso de ondas agudas lentas y mal integradas, como las degradadas por una lentificación de fondo) y de otros artefactos, como el QRS del electrocardiograma, que a veces aparece de manera aislada (sin formar el tren característico), como ocurre por ejemplo cuando se suma armónicamente a alguna otra onda basal de manera aislada. Alguno de los componentes de las ondas agudas pueden quedar ocultos por otras ondas o en ondas agudas degradadas en encefalopatías importantes.
La morfología de la onda aguda según descripción clásica depende de si está localizada en un foco negativo o positivo: dados G1+, G2- y G3+, el foco negativo es G2-, y en este caso la onda aguda tiene la morfología descrita, con las dos ondas agudas determinadas por el registro en G1-G2-G3 (tres electrodos, dos canales) opuestas por la fase aguda (ambas fases agudas apuntando la una a la otra y a G2) y con la morfología descrita; las ondas agudas con foco negativo son las más frecuentes; las ondas agudas con foco positivo aparecen en la disposición G1-, G2+, G3-, focalizadas en G2, y aparecen opuestas por la base de la fase aguda (con las fases agudas también con inversión de fase en G2, es decir, apuntando en sentidos opuestos alrededor de G2, pero alejándose de G2, a diferencia de las ondas agudas con foco negativo); las ondas agudas con foco positivo son raras, y además con morfología distinta (monofásicas con fase simétrica, en vez de trifásicas y asimétricas).
Personalmente se han visto varias veces ondas agudas con foco positivo y se ha observado que tenían la misma morfología que las ondas agudas con foco negativo, por lo que esta descripción clásica de las ondas agudas con foco positivo no se ha observado personalmente hasta ahora.
Las ondas agudas aparecen en epilepsia primaria o secundaria, epilepsia crónica, epilepsia generalizada y epilepsia focal. Aparecen en el 50% de pacientes con crisis focales. Las puntas y las ondas agudas occipitales se correlacionan con un elevado número de etiologías, desde fibroplasia retrolenticular hasta estrabismo, pasando por traumatismo craneoencefálico y un largo etc. Los paroxismos occipitales tienden a desaparecer con la edad, por maduración cerebral, y tienen mala correlación con las crisis, a diferencia de los paroxismos en otras áreas. Los focos en áreas de asociación suelen provocar pocas crisis, y las anomalías intercríticas suelen ser abundantes.
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