viernes, 14 de septiembre de 2018

Electroencefalografía neonatal, generalidades.

En neonatos puede ser preciso cambiar la constante de tiempo para ver mejor las ondas lentas. 

La madurez del electroencefalograma es ontogenética, por lo que se habla de la edad desde la concepción, o conceptional age, o CA (contando desde la última menstruación), dado que el electroencefalograma de un prematuro en la semana 30 con 8 semanas de vida extrauterina es igual de maduro que el de un bebé recién nacido en la semana 38, por poner un ejemplo (ontogenetic scheduling). A partir del electroencefalograma se puede por tanto estimar la CA de un prematuro sano con una precisión de 1 o 2 semanas. 

En niños prematuros aparecen tramos de supresión con largos tramos de silencio, asimetrías interhemisféricas y puntas y ondas agudas. No se puede distinguir entre vigilia y sueño, ni entre sueño tranquilo (NREM) y sueño activo (REM). No se pueden definir bien las anormalidades a veces (en ocasiones se hace necesario disponer de una adecuada correlación clínica para que sea posible llegar a conclusiones con significado clínico). 

En prematuros son característicos los ripples of prematurity o delta brushes, que son brotes de ondas de bajo voltaje a 16 Hz (husos a 14-24 Hz, o a 8-22 Hz, según la serie consultada, y de amplitud variable: 20-150 microvoltios), que se entremezclan con delta a menos de 1 Hz (0,8-1,5 Hz y 50-200 microvoltios, dependiendo de la serie consultada); son el sello del prematuro y lo normal es que desaparezcan a término (no son los precursores de los husos del sueño). 

En prematuros es característica la clonic chin activity, o jaw jerking o clonus mandibular; puede aparecer en recién nacidos a término, pero sobre todo durante el sueño tranquilo (NREM). El movimiento es similar al del castañeteo de los dientes por frío, y a veces es preciso aclarar a los padres su significado. El clonus mandibular podría ser el equivalente a la succión no nutritiva descrita por Wolff (1968). 

Las puntas y las ondas agudas pueden ser normales en neonatos prematuros o a término, y deben ser distinguidas de las patológicas. 

Seudoalfa: alfa sin distribución topográfica característica del alfa ni reactividad, que suele representar actividad ictal (también puede haber seudotheta y seudodelta con significado ictal). 

Onda aguda positiva: aparece en prematuros y algunos bebés a término; puede ser normal o anormal. 

Interesan los electroencefalogramas sucesivos. Hay buena correlación con el pronóstico en el periodo neonatal. El primer registro quizá debería demorarse hasta el tercer día tras el parto, en general, para que el bebé se recupere del mismo. 

Es anormal (Tratado de EEG de Niedermeyer): 
La asincronía acusada en los brotes en mayores de 36 semanas.
La actividad aguda claramente focal (porque la actividad aguda puede ser normal).
Las ondas agudas positivas en prematuros con hemorragia intraventricular.
Las ondas agudas focales repetitivas coincidiendo con convulsiones (más frecuentes en parto a término).
Los patrones desorganizados prehipsarrítmicos en recién nacido a término con episodios ictales breves frecuentes.
El trazado isoeléctrico o casi isoeléctrico en casos de daño grave (encefalitis herpética, asfixia, malformaciones, etc.).
Los trechos de actividad rítmica en frecuencia alfa o beta (actividad epiléptica camuflada u otro problema en el sistema nervioso central). 

Las crisis en neonatos pueden ser unilaterales o predominantemente unilaterales, e incluso alternando entre ambos hemisferios, de forma que la actividad puede ir cambiando de morfología y de lado sobre la marcha (esto es casi exclusivo de recién nacidos). 

Paroxismos 14/6: puntas positivas durante 1 segundo o menos, a 14 Hz, 6 Hz, o ambos; se obtienen durante las fluctuaciones entre vigilia y sueño ligero; aparecen en región temporoparietooccipital; no suele ser simétrico; salta de un hemisferio a otro; antecedentes de encefalitis, meningitis, anoxia neonatal, traumatismo craneoencefálico; asociación con trastornos de conducta, cefaleas y dolor abdominal en niños, y con antecedentes de traumatismo craneoencefálico. En adolescentes normales también aparecen descargas 14/6 sin correlación clínica, existiendo el nombre de ctenoids para este hallazgo. Es raro en adultos. 

La hipotermia corporal total utilizada en neonatos a término con encefalopatía hipóxicoisquémica no influye en la interpretación del electroencefalograma ni en su valor pronóstico (Hamelin S et al. Influence of hypothermia in the prognostic value of early EEG in full term neonates with hypoxic ischemic encefalopathy. Neurophysiologie Clinique/Clinical Neurophysiology 2011; 41: 19-27).

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